Cinco elegidos entre más de 140.000 para el Sabático en la Antártida
Cinco personas, apasionadas por el ambiente, han sido seleccionadas entre decenas de miles de solicitantes para viajar al continente más remoto de la Tierra en una misión de investigación científica encabezada por Airbnb y Ocean Conservancy y liderada por Kirstie Jones-Williams. Provenientes de Hawái, Arizona, Noruega, India y Dubai, los voluntarios han sido elegidos entre 140.000 solicitantes de más de 200 países.
Las historias de cada uno de estos aventureros son muy diversas, sin embargo, todos tienen un profundo compromiso con la conservación del ambiente y una creencia compartida de que el Sabático impactará sus vidas mucho después de que concluya. El objetivo del Sabático en la Antártida es crear una mayor conciencia sobre el impacto de los humanos en el clima en uno de los ecosistemas menos entendidos y más aislados del mundo.
Durante la expedición en diciembre, los voluntarios recolectarán muestras de nieve y estudiarán hasta qué punto los microplásticos han llegado al interior de la Antártida. Al comprender el impacto de la contaminación plástica en una ubicación tan remota, se espera que los cinco voluntarios brinden información sobre cómo podemos ayudar a proteger la Antártida y el mundo en general.
Spencer, profesor de ecología en Hawái, de 33 años, es uno de los candidatos que fue seleccionado luego de un riguroso proceso entre 140.000 aspirantes. Trabaja incansablemente para educar a los estudiantes sobre los ecosistemas en peligro de extinción, está entusiasmado con el Sabático porque siente que la investigación en microplásticos puede aportar una visión única de cómo las pequeñas acciones individuales afectan los entornos a miles de kilómetros de distancia.
Vivo a unos 100 metros de una playa que a menudo está vacía, pero en un día cualquiera puedes encontrar cientos de piezas de plástico, redes, microplásticos y espuma de poliestireno que llegan a nuestras costas con los vientos y corrientes predominantes. Los paralelismos entre Hawái y la Antártida son muchos, y creo que esta experiencia proporcionará increíbles oportunidades de enseñanza para mis estudiantes, mi comunidad y el mundo en general.
Rasha, de 25 años, trabaja como coordinadora de educación para la conservación y divulgación en Emirates Nature-WWF en Dubai, es una apasionada de las artes marciales, el senderismo y la equitación. Está increíblemente emocionada de aprovechar su conjunto de habilidades para aprovechar al máximo el Sabático en la Antártida.
Siento que todo por lo que he trabajado: mi pasión, mi compromiso, mis esfuerzos se han unido para prepararme para esta oportunidad única en la vida, para poder hacer un cambio aún mayor. Nuestro planeta depende de mí; depende de cada uno de nosotros.
Los otros tres voluntarios son Vivek (28) de India, Kjersti (37) de Noruega y Tynthia (35) de Arizona. Vivek es un ex ejecutivo de Goldman Sachs y ahora trabaja en educación con un enfoque en el cambio climático. También es el fundador de una ONG centrada en la educación experimental para niños a través de la resolución de problemas de la vida real. Su objetivo es llevar lo que aprende a la India e inspirar a los jóvenes.
Kjersti está en un año sabático de su trabajo como directora de desarrollo de sustentabilidad en Yara, una compañía global de nutrición de cultivos. Ávida exploradora del Ártico, aporta años de experiencia polar a la tarea en cuestión. Finalmente, está Tynthia, quien superó las adversidades de la infancia y canalizó su pasión por los viajes de voluntariado en todo el mundo: Tynthia ha trabajado con la Cruz Roja y para programas comunitarios en Chicago. También ha viajado a África occidental, donde trabajó para un orfanato de Ghana. Hoy trabaja en un entorno en el que ve que el plástico de un único uso, se usa y se desecha a diario, por lo que espera poder aprender no solo sobre nuestro impacto en el mundo sino, lo que es más importante, cómo inspirar a otros a hacer cambios pequeños pero importantes.
Esta es una oportunidad increíble para los cinco voluntarios que aportan sus propias experiencias y perspectivas al proyecto. La colaboración es una parte fundamental para resolver problemas ambientales y, a través de la experiencia de primera mano, sé que se inspirarán para compartir lo que han aprendido cuando regresen a casa. Me sentí abrumada por el nivel de interés y la calidad de las aplicaciones, y estoy realmente emocionada por el mensaje y la expedición que compartiremos con nuestros voluntarios en esta plataforma global con Airbnb y Ocean Conservancy.
Kirstie Jones-Williams, científica especializada en la Antártida