Caminar junto a María Magdalena, una drag queen de dos metros de estatura, por delante del Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México, es una fórmula infalible para atraer las miradas de toda la gente que pasa al lado.
Su nombre real es Fabian Chairez y es un artista visual originario de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Con él viene Skanda López, otra drag cuyo nombre real es Favio Montoya y que, entre otras cosas, es actor y cantante. Ambos son los anfitriones de la experiencia denominada “Dress up in drag” ofrecida por Airbnb en la CDMX.
“El objetivo de la Experiencia es mostrar a cualquier persona interesada –hombres y mujeres, sin importar su identidad de género o sexual– cómo es el mundo drag y, sobre todo, darles una probadita de la noche LGBT en la ciudad”
María Magdalena, anfitriona de Experiencia Airbnb
La idea surgió cuando una amiga le habló de las experiencias de Airbnb y le sugirió convertir un plan que ya habían organizado entre amigos en un recorrido al que cualquier persona pudiera tener acceso. “Es una manera de aprovechar la curiosidad que se ha generado sobre el tema, pero también de informar, sensibilizar y abrir nuevos espacios a personas que viven en esta ciudad o que la visitan”.
Después del encuentro inicial y de las presentaciones formales, todos los participantes caminan hacia casa de Skanda, localizada a unas cuantas esquinas en un impresionante edificio Art Deco, para iniciar el proceso de transformación de quienes así lo deseen. Dado que el maquillaje, las pelucas y la ropa son provistas por los anfitriones, es muy importante que los participantes confirmen, desde el momento de la reservación, si van a querer ser caracterizados o no.
Una vez que todas están listas y metidas en la piel de su nuevo personaje, se realiza una ceremonia de bautizo en la que todas reciben un nombre drag. Equipadas con un kit básico –cartera de mano cubierta de glitter, abanico, lápiz labial, pañuelos desechables y espejo– que cada una recibe de forma simbólica de María Magdalena y Skanda, todas se lanzan a la calle para visitar algunos de los establecimientos icónicos de la escena LGBT del centro de la ciudad.
Entre los sitios visitados están el Marrakech Salón, La Purísima y Divina, y si bien el itinerario puede variar en función del día de la semana y los horarios de funcionamiento de cada establecimiento, cada drag puede experimentar en carne propia las reacciones de la gente con la que se cruzan mientras baila al ritmo de grandes éxitos del pop en español e inglés.
“Pasar de lo masculino a lo femenino es una manera de trascender nuestra realidad, es una manera de retar al espectador”
Skanda López, anfitriona de Experiencia
Uno de elementos más valiosos de esta experiencia es el recorrido histórico que se hace, durante la caracterización, por pasajes importantes de la vida LGBT de la Ciudad de México, destacando a personajes que han contribuido a dar forma a su escena nocturna. “La apertura de la gente hacia estos temas en la ciudad es mayor en este momento. La noche drag está en su apogeo y esta experiencia permite que los invitados disfruten de algo que está vivo”, explica María Magdalena.
El recorrido dura aproximadamente dos horas y termina en casa de Skanda, donde tras desmaquillarse, quitarse las pelucas y cambiarse de ropa, todos vuelven a ser quienes eran al llegar, aunque probablemente su perspectiva de sobre muchos temas haya cambiado para siempre. Al pedirle un consejo a María Magdalena para quien vive esta experiencia y se convierte en drag por primera vez, responde: “Una vez hecha la transformación, todos deberían olvidarse de ellos mismos y entregarse a disfrutar la noche y a ser otra persona. Si por dentro te sientes bien, no hay nada que pueda afectarte por fuera”.