Pablo, un anfitrión de Buenos Aires que paga su hipoteca gracias a Airbnb
En la Ciudad de Buenos Aires son muchos los anfitriones que encontraron en Airbnb una forma de generar un ingreso extra y al mismo tiempo conocer a viajeros de diferentes rincones del país y del mundo.
Pero el caso de Pablo es distinto.
Él conoció la plataforma como huésped. Cuando comenzó a proyectar su mudanza a un nuevo hogar, y habiendo tenido una experiencia positiva con Airbnb, intuyó que contar con un espacio que pudiera compartir sería una buena forma de generar un ingreso extra, que le permitiera solventar los costos mensuales que implica un crédito hipotecario.
Con esa visión eligió un departamento en el barrio de Montserrat que hasta el momento había sido utilizado como oficina y lo transformó por completo. Su interés por la arquitectura y el diseño le permitieron darle funcionalidad y personalidad a cada ambiente, para que fuera posible tener cercanía con sus huéspedes sin resignar comodidad y privacidad. Gracias a una buena distribución del lugar, además de tener un espacio extra que incluye hasta una pequeña cocina integrada, cuenta con un estudio para relajarse en su tiempo libre.
Fue así como estrenó su hogar al mismo tiempo que vivía sus primeras experiencias como anfitrión.
“Fue mucho más sencillo de lo que me imaginaba. La gente es fantástica. De hecho, en estos dos años que llevo como anfitrión muchos huéspedes han vuelto. En esos casos se genera un diálogo con ellos y ya hay más confianza. Otros huéspedes me dejan regalos cuando se van. Recuerdo a una pareja peruana que trajo un pisco en la valija, pensando en dejar un obsequio típico de su país si quedaban conformes. Y así fue”.
Más allá del intercambio cultural, para él abrir las puertas de su casa es una fuente de ingresos muy importante.
“Lo que obtengo en Airbnb me permite tener independencia financiera, hace que la hipoteca no sea una carga. Me cambio la vida completamente. Además, la plataforma me da tranquilidad, porque constato las identidades de quienes alojo y recibo un pago bancarizado”.
Su experiencia le demuestra que la plataforma también simplifica situaciones de la vida diaria de los huéspedes y no sólo sus viajes de placer.
“Muchos argentinos me cuentan que usan Airbnb cuando tienen que venir al centro por trabajo o para asistir a cursos y seminarios en las universidades que están acá cerca. Casi la mitad de los que recibo vienen por temas laborales o de formación. Cuando se van, mi expectativa es que hayan estado cómodos en un lugar que les haya servido para optimizar su estadía en el centro de Buenos Aires, para recorrer seguros y disfrutar”.
Según una encuesta* realizada a comienzos de este año entre anfitriones de Buenos Aires, el 42% afirma que el dinero que obtiene a través de Airbnb lo ayuda a pagar y mantener su casa.
Nota: Todos los espacios o lugares a los que se hace referencia en este texto están destinados exclusivamente a inspirar e ilustrar. Airbnb no recomienda ni promociona experiencias específicas.
* Todos los resultados referidos en el texto a comportamiento de usuarios son extraídos de una encuesta voluntaria y gratuita realizada entre el 25 de enero y el 10 de febrero de 2019 a una muestra de anfitriones de Airbnb que recibieron huéspedes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires durante 2018. No se proveyó pago ni ningún otro incentivo a cambio de completar la encuesta.