¿Qué secretos se esconden detrás de estas puertas de Airbnb?
Con más de 6 millones de alojamientos disponibles en la plataforma, los viajeros pueden disfrutar de espacios que guardan en su interior historias únicas, como por ejemplo, la de una casona construida en el 1900 en el barrio de Tigre en la Provincia de Buenos Aires – uno de nuestros destinos trending para 2019 – que antiguamente contaba con su propia bajada al río o una casa colonial construida hace 120 años en el centro histórico de Mérida, México, donde los sentidos se trasladan a otros tiempos.
Si te gustan los espacios con historia y te intriga ver qué se esconde detrás de estas puertas centenarias no te pierdas la siguiente selección de espacios construidos en el siglo pasado disponibles en Airbnb.
Casona en el puerto de Tigre, Buenos Aires, Argentina
Esta casona fue construida hace 100 años con ladrillos unidos con argamasa de cal y arena. Toda sostenida por tirantería de hierro y bovedillas, fue remodelada en 1949. En su origen la casa tenía bajada propia al río Tigre y caballeriza con galpón para carros.
En la actualidad, cuenta con dos habitaciones destinadas a huéspedes que llegan de todas partes del mundo. Según Olivia y Carlos, los anfitriones de esta casona familiar, la decoración está inspirada en los recuerdos de sus abuelos y padres, y en todos los años que esta casa lleva en pie en el centro de Tigre.
“El jardín tiene un especial encanto local que deja a sus huéspedes con la boca abierta cuando cruzan la puerta de calle y entran ansiosos por descubrir los detalles que tiene esta casa con estilo inglés y tigrense a la vez.”
Olivia y Carlos, anfitriones de La Casona en Tigre, Buenos Aires
Casa Severino en el centro de Mérida, México
La casa Severino fue construída hace unos 120 años en centro histórico de la ciudad de Mérida, su estilo con techos altos y puertas grandes remite a una arquitectura colonial. Desde su construcción, allá por los comienzos del siglo pasado, no sufrió grandes modificaciones, sus anfitriones priorizaron mantener su identidad histórica en todo su esplendor y reforzar con una decoración sutil que describen como ecléctica con reminiscencias Kitsch. Según Sheyla y Leo, los anfitriones de esta casa centenaria, la arquitectura de la construcción los remite a la historia de la ciudad y por añadidura a la de México. Asimismo, gran parte de la decoración es el resultado de la inspiración que recolectaron en un viaje por Perú y Bolivia, tanto por el uso de los colores como por el ritmo dentro del espacio.
“Los huéspedes que llegan a nuestra casa desde los cinco continentes se sorprenden por lo conservada que se encuentra, pues no ha sufrido ninguna modificación, lo que la convierte en un diamante en bruto dentro del centro, donde el gran porcentaje de las construcciones fueron recicladas y en muchos aspectos perdieron su identidad histórica.”
Sheyla y Leo, anfitriones de Casa Severino, Mérida, México.
Casa en el centro histórico de Paraty, Brasil
Hace 200 años se construía esta simpática casa en el centro histórico de Paraty, costa del estado de Río de Janeiro, en Brasil. Con un estilo colonial muy preservado y la calzada tradicional hecha con piedras irregulares en 1820, la casa está en total armonía con la arquitectura que hizo de ésta, una de las ciudades más encantadoras del país. El caminar por las cercanías es como hacer un viaje en el tiempo entre las ruinas estrechas y los caserones e iglesias del siglo XVII y XIX. A pesar de los pequeños cambios realizados para ofrecerle mayor comodidad al huésped, el estilo del inmueble – que pertenece a la familia del anfitrión desde hace décadas – está completamente preservado.
Para quien ama la naturaleza, el alojarse en esa propiedad es una decisión clara. Además de poder disfrutar de las bellas playas del destino, es posible alimentar a los micos (monos típicos de la selva Amazónica) en el mismo patio de la casa.
“El huésped que se albergue aquí disfrutará de una paz increíble, en una zona silenciosa y simpática. Si tiene suerte podrá acompañar a la banda de la ciudad, que pasa una vez al mes por la mañana sobre las históricas calles. Yo y mi hijo nunca nos la perdemos. Es hermoso de ver y escuchar.”
Daniel Ficker, anfitrión de Paraty, Brasil.