Airbnb establece un hito de conexiones entre países con una noche récord
La misión de Airbnb es construir un mundo en el que las personas puedan sentirse como en casa allá donde viajen. Al principio, muchos pensaban que una plataforma basada en compartir alojamientos con desconocidos nunca tendría éxito, pero Airbnb creía que una comunidad basada en la confianza podía triunfar.
En los más de 10 años que han transcurrido desde la creación de Airbnb, la comunidad en la plataforma está formada por una red verdaderamente global de anfitriones y huéspedes, que se extiende a casi todos los países y regiones del mundo. El 10 de agosto de este año, más de 4 millones de personas pernoctaron en un alojamiento anunciado a través de Airbnb, en la que ha sido la noche récord en la plataforma hasta la fecha y ha establecido un nuevo hito en la misión de Airbnb.
Desde el principio, Airbnb vio que podía lograr que unos desconocidos se hicieran amigos y contribuir a que la gente se sintiera como en casa en cualquier lugar. Actualmente, personas de todo el mundo mantienen complejos debates sobre qué significa pertenecer a un lugar. Estos problemas de vital importancia son parte de una discusión mucho más allá del alcance de Airbnb.
Obviamente, Airbnb no tiene todas las respuestas y sigue aprendiendo día a día. Lo que la compañía sí ha descubierto es que una comunidad no se construye con tecnología, sino con personas. Incluso en la era digital actual, la forma en la que se construyen las comunidades no ha cambiado: la gente pasa tiempo con otras personas fuera de internet, en cafeterías, en lugares de culto, en espacios gubernamentales y en su propio hogar. En una época de burbujas digitales, de construcción de muros e imposición de prohibiciones, estas conexiones presenciales pueden contribuir a que la sociedad prospere.
La idea no es nueva. Los antiguos griegos predicaban el concepto de filoxenia, que determinaba que en Atenas había que recibir a los extranjeros como amigos. Hay versiones de este planteamiento vigentes en todo el mundo, desde el «ubuntu» en rincones del África subsahariana hasta el «pashtunwali» en Afganistán.
En Airbnb se utiliza la tecnología para facilitar las conexiones entre personas y, cada vez que un nuevo anfitrión o huésped se une a la plataforma, su red global crece. El reciente aniversario del aterrizaje de la nave Apolo 11 nos recordó que existen eventos universales que unen a las personas. Aunque esos momentos son cada vez más escasos, las personas todavía pueden conectar unas con otras si recorren un mismo camino, hacen el mismo tipo de viaje (sin importar a dónde se dirijan) y, quizás lo más importante, pasan tiempo con otras personas en la vida real. En el mundo actual, la comprensión de otras culturas y la confianza en el prójimo que adquieren aquellos que viajan con el objetivo de experimentar culturas y comunidades distintas de las suyas serán especialmente importantes para abordar cuestiones existenciales a nivel mundial, como el cambio climático y la desigualdad.
“Airbnb ofrece la posibilidad de conocer gente de todo el mundo. Me demuestra que diferentes culturas pueden vivir juntas. Podemos ser felices, compartir, pasar buenos momentos juntos. Vengas de donde vengas”.
Pim
Anfitriona en Airbnb
Tailandia
Para entender mejor su red global y analizar la contribución realizada a la misión de Airbnb, la plataforma ha creado el Índice de Conexiones de Airbnb. Este índice refleja los vínculos de países y regiones que se establecen entre huéspedes y anfitriones. Por ejemplo, cuando un huésped de Argentina se hospedó con un anfitrión en Canadá por primera vez, se creó una nueva conexión entre Argentina a Canadá. A su vez, cuando un huésped canadiense se alojó por primera vez con un anfitrión en Argentina, se creó otra nueva conexión, en este caso, de Canadá a Argentina.
En el mundo existen 245 países y regiones, que hacen matemáticamente posibles 60.025 interconexiones entre lugares. Esta posibilidad matemática abstracta está cada vez más cerca de convertirse en realidad. En 2010, la plataforma Airbnb había facilitado más de 1.300 conexiones. En 2015, esta cifra había aumentado a más de 16.500.
Hasta la fecha se han establecido alrededor de 26.000 conexiones a través de Airbnb. Recientemente, la plataforma ha registrado nuevas conexiones entre países: un anfitrión de Yibuti dio la bienvenida a un huésped de Chile; un anfitrión de Botsuana dio la bienvenida a un huésped de Indonesia y un anfitrión de Kirguistán dio la bienvenida a un huésped de Ruanda.
Airbnb establece cada día una media de ocho conexiones nuevas entre diferentes países y regiones. A finales de este año, se espera superar las 30.013 conexiones. Y esta cifra seguirá creciendo: la plataforma tiene previsto superar las 50.000 conexiones en 2027.
Estas conexiones son posibles en parte debido al tamaño, el alcance y la escala de la red global de la plataforma Airbnb. En total, en ella pueden encontrarse más de 6 millones de anuncios distribuidos entre más de 100.000 ciudades, es decir, más anuncios que las habitaciones totales disponibles en las siete mayores cadenas hoteleras. Cada segundo, alrededor de seis huéspedes hacen “check-in” en un alojamiento anunciado en Airbnb. Y este fenómeno se repite en todo el mundo: en 2011, había 12 ciudades con más de 1.000 anuncios en Airbnb; actualmente, casi 1.000 ciudades tienen más de 1.000 anuncios en Airbnb.
Del mismo modo, en 2011, solo una ciudad recibió más de 100.000 huéspedes a alojamientos anunciados a través de Airbnb. Desde entonces, el alcance global de la comunidad en la plataforma se ha ampliado de manera significativa. En el último año, más de 300 ciudades recibieron más de 100.000 llegadas de huéspedes: es el caso de Bandung (Indonesia), Cuernavaca (México), Sofía (Bulgaria), Ubatuba (Brasil), Albuquerque (Nuevo México, EE. UU.) y Johannesburgo (Sudáfrica).
En total, más de 500 millones de huéspedes han hecho check-in en alojamientos anunciados en Airbnb desde el inicio de la plataforma. En 2011, el 40 % de las llegadas de huéspedes se produjeron en las 10 ciudades más relevantes en la plataforma. En lo que va de 2019, aproximadamente el 92 % de las mismas se han producido fuera de estas 10 ciudades principales. Tal y como revela un informe reciente, gran parte del crecimiento más rápido de Airbnb tiene lugar en destinos emergentes, impulsado por una creciente demanda de viajes a lugares de Asia-Pacífico, África y América Latina.
Aunque en ciudades como Nueva York, Londres y París la comunidad en Airbnb ha seguido creciendo rápidamente (los anfitriones en cada una de estas ciudades han recibido más de 2 millones de huéspedes en el último año), ahora suponen una fracción mucho menor de la comunidad total en la plataforma Airbnb. Por ejemplo, Nueva York representó menos del 1 % de todas las llegadas de huéspedes el año pasado. De hecho, ninguna ciudad del mundo acumula más del 1 % de las llegadas de huéspedes ni de los anuncios publicados en Airbnb.
Los anfitriones se han beneficiado de este increíble crecimiento global. En 2011, había 20 ciudades cuyos anfitriones ganaban colectivamente más de 1 millón de dólares por compartir su hogar. Actualmente, esta cifra ha sido obtenida en casi 3.000 ciudades en el último año. Solo en los últimos 12 meses, los anfitriones de 33 ciudades diferentes han ganado colectivamente más de 100 millones de dólares por ciudad al alojar huéspedes utilizando la plataforma Airbnb.
“He conocido gente estupenda de todo el mundo y mi hija también. Me encanta que tantas personas vengan y compartan nuestro hogar. Además, muchas veces me inspira conversar con los huéspedes. A menudo me dan la oportunidad de ver el mundo de manera diferente”.
Mutheu
Anfitriona en Airbnb
Kenia
La plataforma Airbnb está comprometida con su misión y con crear conexiones entre un mayor número de personas de diferentes partes del mundo. El 10 de agosto, la noche récord de la historia de la plataforma supuso un nuevo hito de conexiones entre países en Airbnb. La plataforma seguirá creando más conexiones y batiendo récords a medida que su comunidad aumenta.