Javier, anfitrión en Barcelona: «Nunca imaginé que, a mi edad, aprendería tanto de otras culturas»
«Somos seis hermanos, así que puedes imaginarte que mis padres siempre andaban justos de dinero cuando éramos pequeños. Cada año, durante las fiestas de Pamplona, mis padres alojaban a los artistas de circo que venían a la ciudad. ¡Imagínate ser un niño y tener equilibristas y trapecistas en casa!», dice Javier, entre risas. «Compartir el hogar es algo que se ha hecho siempre».
Javier viajó por todo el mundo debido a su trabajo en el ámbito de las relaciones internacionales en el mundo del deporte. Cuando se jubiló e se instaló en su hogar de Barcelona, se dio cuenta de que quería seguir en contacto con el mundo. Compartir una habitación vacía en su casa del Eixample era la solución.
«Compartir el hogar es algo que se ha hecho siempre»
«Siempre tuve que viajar mucho por motivos de trabajo, pero ¿quién habría dicho que, a esta edad, aprendería tanto de otras culturas?».
«Es la mejor experiencia que he tenido en todos estos años. Tengo la suerte de poder compartir costumbres, cultura o idiomas con personas de todo el mundo».
«Te retiras del trabajo, pero no de la sociedad. A medida que te haces mayor, vas teniendo muchas cosas y experiencias que compartir».
A alguien que quiera empezar a hospedar ahora, Javier le recomendaría «reunirse con otros anfitriones, también con los de más edad. Es importante empatizar con los huéspedes. No se trata de tener mucho, sino de dar mucho».
¿Cuál es su secreto? «Promuevo la cultura local e intento hacer feliz a la gente».