La casa de Evelyn: follaje y frescura en Ponce

Mensajes Clave

  • Evelyn Vega comparte su experiencia como Anfitriona en la plataforma y cuenta que, hoy en día, recibe viajeros tanto de otros países del mundo como personas mayores y del campo que visitan la ciudad por temas médicos.
Anfitriona en la puerta de su casa sosteniendo una taza de cafe, otra mujer esta sentada a su izquierda con una libreta y esfero

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  • Evelyn Vega comparte su experiencia como Anfitriona en la plataforma y cuenta que, hoy en día, recibe viajeros tanto de otros países del mundo como personas mayores y del campo que visitan la ciudad por temas médicos.

“Ha sido un salvavidas”, explica Evelyn Vega entusiasmada sobre su experiencia con la plataforma de Airbnb. La ponceña compartió que su mamá, Elsa Vazquez, vivía en una casa de madera a las afueras de la ciudad y cada vez que llegaba un huracán debía salir corriendo y resguardarse en casa de familiares o amigos.

Entonces Evelyn, con sus ahorros de años de distintos trabajos en San Juan, pudo comprarle una casa en el encantador centro de la ciudad. La casa nueva era espaciosa, con tres habitaciones libres. Rápidamente pudieron alquilarlas a estudiantes. 

Pero el huracán María cerró todos los centros universitarios. “Todo mermó, todo se paralizó”. Ya no había estudiantes en la ciudad y debía encontrar una alternativa para mantener la casa y a su madre. A través de un amigo surgió la idea de probar Airbnb. “Bajé la plataforma, comencé a buscar información y me pareció bien accesible y segura”, contó.

Como la primera habitación se movió muy bien, continuaron con las demás. Ya tenía el lugar, solo le faltaba dar unos toques y una inversión mínima. “Nos emociona mucho compartir nuestro hogar, que es nuestro santuario, con los huéspedes. Escucharlos cómo se asombran con las plantas, el olor a limpio, la suavidad de las sábanas o lo interesantes que son los libros nos encanta”, explica Evelyn. 

Quería dar el máximo y trabajó en el ambiente, que todo estuviese rodeado de plantas. Quería ofrecer un oasis de frescura ante el calor abrasante de la ciudad. También ideó que cada habitación fuese particular, así cada persona tendría una experiencia distinta.

Una habitación la diseñó con una bañera exterior, “para poder bañarse bajo la luz de la luna, con las estrellas y en contacto con la naturaleza”. Otra la hizo más pequeña, pero con cama gigante porque “fascina dormir cómodo”.

La tercera, con dos camas muy grandes, la pensó para personas mayores o familias. Y por último, creó una estancia muy especial: un tráiler, “algo para los más aventureros, donde pueden bañarse y cocinar al aire libre un delicioso barbecue”. A diferencia de un hotel, Evelyn quería ofrecer espacios más íntimos, diferentes y exclusivos para cada persona.

Hoy, recibe viajeros tanto de otros países del mundo como personas mayores y del campo que visitan la ciudad por temas médicos. Eso la hace sentirse útil y feliz ya que está ayudando a personas “que realmente lo necesitan”. También le genera satisfacción descubrir que gracias a la plataforma ciudades como Ponce tienen mejor visibilidad, pues “no todo debe ser San Juan”. Y que de esa forma otras familias se pueden beneficiar, como quienes le ayudan con la limpieza y el mantenimiento de la Casa. “Cuando comenzamos esta casa era muy diferente, mucho más sencilla”. 

Recuerda cómo su madre también contaba con lo mínimo y había tenido que pasar meses sin luz. Gracias al nuevo ingreso, Elsa pudo comprar muebles nuevos, equipo de cocina y los medicamentos que a diario necesita. “Airbnb vino para quedarse bien, ha cambiado mi vida. Ahora trabajo para mí, disfruto más de mi tiempo y puedo darle una mejor calidad de vida a mi madre; que ella tenga ese alivio y tranquilidad es lo más importante para mí”, expresó.