Muchas familias aprovechan las vacaciones o los fines de semana para salir de viaje, pero hay otras que se lanzan a la aventura durante meses y hasta años, dando la vuelta al mundo con todo y los niños y los abuelos.
Los viajes de larga duración no son cualquier cosa, pero según las familias con las que hablamos, valen la pena. Para saber más, encontramos a las 50 familias que más viajaron entre enero y agosto de 2017, familias que han llegado a casa en algunos de los más de 2.3 millones de alojamientos Airbnb que reciben familias en todo el mundo.
Familias provenientes de trece países, que viajan en bandadas de varios tamaños, nos comparten algunos consejos para crear un viaje familiar inolvidable.
Elegir el destino
Los países que más visitaron las familias viajeras fueron Estados Unidos y el Reino Unido, seguidos de Francia, Italia, España, Japón, Canadá, Croacia, Alemania y Nueva Zelanda. Algunas escogieron el destino según su historia, herencia cultural y paisaje natural, mientras que otras, como la familia de Ruth McAllister, de Bristol, Reino Unido, se basaron en el presupuesto, la accesibilidad y el clima.
La esencia de viajar es que, cuando despiertas por la mañana, nunca sabes cómo va a resultar el día.
Ruth McAllister, Reino Unido
Pero todas las familias coincidieron en que para viajar en familia se necesita un equilibrio entre planeación y espontaneidad. Viajan con entre uno y siete niños, y la mayoría reserva sus vuelos y su alojamiento en Airbnb con mucha anticipación. En general, se quedan en cada alojamiento Airbnb durante tres o cuatro días, con algunas estancias más prolongadas aquí y allá.
Ponerse cómodo
Después de hacer reservaciones para el principio del viaje, la mayoría de las familias reservan sus siguientes alojamientos con una o dos semanas de anticipación. Para muchos, escoger alojamiento en Airbnb se ha vuelto una actividad en familia.
El hijo de 12 años de Jansen y Mariza van Rensburg ahora es experto en identificar los mejores alojamientos. Después de seis semanas, ya elige los alojamientos él solo. Además de servicios para familias, como lavadora, internet y espacios amplios, un criterio clave es la ubicación: ¿Está cerca no solo de los lugares turísticos, sino de parques y transporte público?
“A diferencia de las vacaciones cortas, para nuestros viajes largos necesitamos espacios apropiados para hacer tareas escolares, preparar nuestra comida y sentirnos en casa, aunque sea por unos cuantos días”, comenta Mariza.
Airbnb nos permite experimentar el estilo de vida de la gente, en sus barrios, en sus hogares. Algunas de nuestras mejores y más inesperadas aventuras han surgido de los vínculos que hemos hecho con los anfitriones.
Jarik y Mariza Jansen van Rensburg, Australia
En un viaje largo, en el que no se pueden llevar muchas cosas, hospedarse en Airbnb ayuda a que los niños se sientan más en casa. Además, cada llegada nueva es emocionante: “Les encanta llegar a cada casa nueva y explorar el espacio”, añade Michelle Robertson, quien viaja con sus dos hijos desde Surrey, Inglaterra.
Hacerlo simple
Cuando se trata de viajar con niños, todas las familias coinciden en un punto: hay que ser flexibles, hacerlo simple y no planear en exceso.
Aunque estén de viaje, la mayoría de las familias mantiene rutinas confiables: el primer día para acomodarse en su alojamiento, ir al supermercado y comprar suministros de cocina, luego descubrir lo que hay alrededor, ya sea caminando, en bicicleta o solo explorando el vecindario.
Muchas familias se han encontrado con que su mejor recurso es su anfitrión de Airbnb. Haipei Li, de China, quien viajó 100 días con su hijo de cuatro años y su madre de 72, dice “hemos hecho muchos amigos a lo largo del viaje y muchos de ellos han sido anfitriones. Creo que esta conexión humana es lo que hace especial a Airbnb.”
La ventaja de Airbnb es que podemos vivir muchas experiencias mientras conocemos y platicamos con los dueños de la casa, conocemos su jardín o el parque local, e interactuamos con sus mascotas o con la fauna del lugar.
Yong-Soon Oh, Corea del Sur
Abrirse a lo desconocido
Un viaje largo puede ser un prospecto intimidante para cualquiera. Pero los padres de familia lo ven como algo benéfico para sus hijos, quienes se exponen a nuevos lenguajes, nuevas culturas y estilos de vida que no conocerían de otro modo.
“Se han divertido un montón, han conocido gente interesante, han construido recuerdos permanentes, se han formado opiniones, han cuestionado sus propias ideas y aprendido habilidades nuevas”, dice Ruth sobre sus hijos de ocho y diez años.
Es difícil separarse de los amigos, pero Ruzow Jansen van Rensburg, de 12 años, quien se ha ido de viaje 32 veces con sus tres hermanos y sus padres, remarca los beneficios de viajar: “Al principio pensé que viajar durante tanto tiempo se volvería algo aburrido y cansado, pero estaba equivocado. Entre más largo el viaje, mejor se pone. Nuestra confianza ha aumentado y ahora estamos abiertos a casi cualquier cosa.”
Tenía ganas de aprender sobre otras culturas y cómo vive la gente de otros países. Me alegra tener unos padres increíbles que me llevan a viajar por todo el mundo. Estoy seguro de que nunca olvidaré este maravilloso viaje.
Eulain Jansen van Rensburg, 9 años