Con el lanzamiento de nuestro Acuerdo de la Comunidad, Airbnb prometió trabajar en conjunto con autoridades locales y organizaciones para asegurar que el compartir de casas contribuyera a la mejora de las comunidades.
Hemos progresado enormemente. En los últimos tres años, hemos creado alianzas con más de 500 gobiernos locales y organizaciones alrededor del mundo, incluyendo acuerdos para recolectar y remitir impuestos que han generado más de $500 millones de dólares en ingresos para gobiernos alrededor del mundo.
Pero no podríamos haberlo hecho sin anfitriones activos y apasionados que son defensores persistentes del derecho de compartir sus hogares con viajeros. Airbnb ha ayudado a facilitar su trabajo apoyando la creación de Clubs de Hogares Compartidos que ayudan a los anfitriones a unirse y promover leyes justas de compartición de casas en sus comunidades. Cuando comenzamos a hacer esto hace unos años, fijamos la meta de fomentar 100 clubs. Hoy, hay más de 250 clubs alrededor del mundo.
Ahora que celebramos nuestro décimo aniversario, queremos presentarte a algunos de los anfitriones más empoderados:
María José Liendro (Salta, Argentina)
Cuando María José regresó a su ciudad natal, Salta, para estar cerca de sus padres, registró el cuarto extra de la casa de su padre que está localizada en la parte vieja de la ciudad para así darle un ingreso adicional a su familia. Majo, como la conocen el club, tiene una pasión por participar en la comunidad local: cuando decidió abrir las puertas de su casa para que artistas pudieran exhibir su obra temporalmente, recibió más de 100 solicitudes de reservas. Poco después, se convirtió en una de los miembros más activos en el Club de Hogares Compartidos, liderando los esfuerzos por acercarse a los negocios locales y artesanos para que todos pudieran aprender acerca de los beneficios que trae la compartición de casas a la comunidad. El Club de Hogares Compartidos es ya un grupo muy activo dentro de la ciudad, que organiza todo tipo de eventos para impulsar a los empresarios locales que se encuentran fuera de las calles principales, cosa que también ha aumentado los beneficios de la industria turística en la comunidad, un componente crucial para la comunidad de Salta.
Antonella Brugnola (Milán, Italia)
Antonella dice que compartir su casa empezó como un pasatiempos para ella, pero eventualmente se convirtió en un trabajo de medio tiempo, un trabajo del cual se enamoró; por lo que decidió ayudar a otros a encontrar oportunidades en esta nueva profesión. Se unió al Club local de Hogares Compartidos y ha organizado reuniones en su casa, publicado un manual del anfitrión, realizado entrevistas, escrito boletines, organizado talleres y atendido a conferencias de Airbnb.
“Es un mundo paralelo que ha entrado a mi vida normal y me brinda satisfacción”, dice. También ha comenzado a trabajar fuera de Milán, a través de una “súper asociación” de grupos de anfitriones en otras ciudades italianas que proponen acciones a políticos para obtener regulaciones y leyes fiscales simplificadas para los anfitriones.
Megan McCrea (Nashville, EE.UU)
Megan participó en un comité que se encargaba de esbozar un proyecto de ley para legitimar rentas a corto plazo en Nashville y además atendió a todas las juntas del proyecto. Sin embargo, la ley no fue aprobada y se prohibió la renta de casa completas. Sin darse por vencida, ella ayudó a la movilización de la Asociación de Rentas a Corto Plazo en Nashville, que ella lidera, para promover una ley estatal que protegiera la compartición de casa. La ley fue aprobada esta primavera.
Emanuela Marino (Roma, Italia)
Emanuela ha sido anfitriona de más de 2,500 huéspedes en casi 80 reuniones que ha organizado durante un año como líder del Club de Hogares Compartidos en Roma. Pero ella ha tratado de llegar a aun más gente. Se postuló para ser miembro del consejo regional el año pasado, con un programa electoral detallado y propuestas específicas para la compartición de casa y rentas de corto plazo. No ganó la contienda electoral, pero sigue trabajando para promover la compartición de casas a nivel nacional como la vicepresidenta de Host+Host y a nivel local como presidenta de la asociación de anfitriones en la región Roma-Lazio.
Merrydith Callegari (Hobart, Australia)
Merrydith ayudó a crear un manual para anfitriones y exhortó a otros anfitriones a escribirle al parlamento. Ella enfatizó a los políticos, en una carta a un ministro, que “los anfitriones de Airbnb no quieren ser un problema; sino que quieren ser parte de la solución”. Tasmania ahora tiene unas de las mejores leyes de compartición de casas en el mundo.
Synta Keeling (Washington, D.C., EE.UU)
Abogada en el gobierno federal, Synta se volvió anfitriona para pagar sus préstamos estudiantiles de la facultad de derecho y para prepararse para su retiro. Pero ella aprendió que ser anfitriona también es una forma de compartir su comunidad, el a veces ignorado vecindario de Anacostia en Washington DC, con viajeros de todo el mundo. También se dio cuenta que Airbnb puede ser una forma de atraer el turismo a su vecindario, que se encuentra del lado opuesto del río de donde están las atracciones turísticas principales y vecindarios más acaudalados; siendo líder del club local de compartición de casas, Synta promueve esos beneficios.
Peter Kwan (San Francisco, EE.UU)
Como director del Club democrático de Hogares Compartidos en San Francisco, el grupo principal de compartición de casa en la ciudad, Peter ha participado en reuniones públicas para comentar acerca de las propuestas y problemas, se ha reunido con miembros del concejo de la ciudad, y ha escrito artículos y dirigido talleres para ayudar a educar a otros anfitriones.
Miyoko Kanai (Tokio, Japón)
Como miembro activo del Club de Hogares Compartidos en Tokio, Miyoko es una ávida voluntaria y pasa mucho tiempo tomando acciones políticas y representando a otros miembros de la comunidad frente a actores clave y miembros locales de asambleas. También le brinda a sus huéspedes experiencias auténticas mientras están en Tokio: desde tours de su vecindario, hasta preparar el desayuno, y enseñarles cómo ponerse un Kimono, ella valora la convivencia con los huéspedes y quiere que su estadía sea memorable.
Alexis Orozco (Cancún, México)
Por medio del club de anfitriones en Cancún, Alexis ha ayudado a dirigir caminatas a través de negocios locales y a organizar la “semana por el bien” en la que anfitriones y empleados de Airbnb se unen para limpiar las playas locales. Como vocera del club, Alexis ha ayudado a comunicar al público y autoridades gubernamentales el mensaje del grupo acerca del empoderamiento económico y la democratización del turismo.
Lee Thomas (Queens, NY, USA)
Además de dirigir el club de anfitriones en Queens, Lee ayudó a crear la Asociación de Hogares Compartidos en Estados Unidos y es parte de la junta de concejo en Airbnb. Lee frecuentemente habla en conferencias de prensa, dialoga con las autoridades, viaja al capitolio del estado y ayuda a otros anfitriones que necesitan consejos.