Roberta Con Maleta y la historia de cómo se convirtió en nómada digital

En la actualidad, a muchos nos da curiosidad (y hasta un poco de miedo) el término muy de moda “Nómada Digital”. Empacar todo lo que tenemos en una mochila o maleta, recorrer el mundo y vivir/trabajar desde algún Airbnb parece algo muy divertido pero nos surgen mil dudas al respecto. 

Roberta es una mexicana nacida al Norte del País y que desde niña creía que el éxito estaba en graduarse con honores y un trabajo estable. Pero todo cambió el día que comenzó a viajar:

En el 2014, después de quebrar mi cochinito y con una enorme ilusión de ir a hacer labor social al continente africano, me lancé con mi mochila y una buena amiga. Estuve todo el verano trabajando en un centro educativo en una comunidad muy vulnerable al sur de Kenia en donde conocí niños que venían de situaciones muy adversas en sus hogares. Aquí aprendí 3 cosas importantes:

  1. Qué hacer voluntariado no es pan comido y que si uno verdaderamente quiere generar un impacto en ellas debe de conocerlas bien antes de querer ayudar.
  2. Quería cambiar la forma en la que la Industria del Voluntariado funciona a nivel global.
  3. Que esto había llegado para quedarse, y que a partir de ese momento mis sueños y aspiraciones en la vida habían dado un giro de 180 grados.

Todo pintaba bien hasta que me di cuenta que necesitaba hacer de este proyecto de Voluntariado algo económicamente sostenible también. Junto con mi socio creamos lo que hoy en día es TRAVELERS WITH CAUSE.

Cuando recién empezamos nos dimos cuenta que realmente lo único que nos ataba a no ser viajeros de tiempo completo o “nómadas digitales” era la escuela.

Después de graduarnos de la Universidad, empezó la aventura. A 2 semanas de tomar nuestro vuelo se declara pandemia y no tuvimos de otra más que encerrarnos por seguridad.

Fue aquí cuando entendí lo que era ser un Nómada Digital, empecé a ver cómo el mundo se estaba transformando, como empresas súper tradicionales comenzaron a funcionar de manera remota. Empecé a ver cómo amigos y amigas aprovechaban su “Home office” para salir de sus casas y trabajar desde una playa o una cabaña en el bosque. Entendí que lo único que necesitaba y de quién dependía era de tener buen internet.Después de 4 meses de encierro me lancé a recorrer mi propio país. Me fui a vivir a diferentes playas como Playa Del Carmen, Holbox y Bacalar. Conocí lugares culturales como EkBalam, Mérida y el bello pueblo de San Cristóbal de las Casas. A la par de que conocía iba arreglando la empresa, el turismo poco a poco fue renaciendo y la empresa salió adelante, ademas comencé a crear contenido para redes sociales a través de mi cuenta @robertaconmaleta y me di cuenta del poder y alcance que estas pueden tener.

Después de un año y medio hice mis primeros viajes internacionales a Colombia, Panamá y Perú en donde viajaba con una familia de nómadas digitales, amigos de diferentes partes de México.

Con este grupo de amigos entendí que hay mil oportunidades para salir de la rutina, para conseguir trabajo remoto o para migrar las operaciones de tus propias iniciativas a un esquema “sin oficina física”.

Y recuerda que no importa cual sea tu destino, la belleza de un lugar no recae en el lugar en sí, si no en los ojos de quien lo admira.