Sustentable y familiar, el estilo de vida que Liliana comparte con sus huéspedes

Hace 16 años Liliana, que por entonces tenía su vida en Buenos Aires, se enamoró de un purmamarqueño y decidió mudarse allí. Hoy vive con su marido y sus cuatro hijos en una finca ubicada al pie del Cerro de los Siete Colores, en Jujuy, donde trabaja en el cultivo de maíz y árboles frutales.

Consciente de la belleza que rodea su hogar, hace unos meses decidió acondicionar con materiales de la zona una cabaña ubicada en su terreno y ofrecerla a viajeros que buscan alojarse en un lugar de conexión absoluta con la naturaleza.

 

“Creo que ese es el encanto más maravilloso que le encuentran las personas cuando vienen, porque quieren vivir en una casa típica de Purmamarca. Y tiene de todo: tiene el encanto y tiene las comodidades que necesitan”, dice Liliana.

La cabaña que Liliana comparte con los visitantes se encuentra dentro de una finca que perteneció al bisabuelo de su marido. Ella y su familia la reacondicionaron con sus propias manos usando técnicas de bioconstrucción. “Conservamos el mismo encanto, con los mismos materiales de la zona. Por ejemplo los dinteles son de tronco y todo está hecho con cosas del lugar. No tiene nada comprado”, dice orgullosa.

Los ingresos extra con los que Liliana cuenta desde que comparte su casa con Airbnb la ayudaron a hacer crecer su emprendimiento personal de deshidratación de las frutas y verduras que ella misma cultiva. Muchas veces les muestra a sus invitados cómo se cosechan y procesan.“En general se sienten agradecidos y contentos porque por ahí nunca vieron cómo se planta ni cómo se cosecha”, cuenta. Para ella es un placer poder compartir su amor por la “Madre Tierra” con toda la gente que se acerca a su hogar.

Apoyo al Turismo Sostenible

Liliana y sus hijos también disfrutan de compartir con sus huéspedes recomendaciones para que conozcan Purmamarca como si fueran locales. “Les damos esos consejos que no te da ninguna guía tradicional. Por ejemplo algún recorrido, una montaña, algún cerro que puedan subir o emprendimientos locales de tejido, artesanías o dulces para visitar”.

En la cabaña de Liliana hay un sistema para separar los residuos y el agua se calienta con un método ecológico.

 

 

“Para nosotros es muy importante el concepto de la sustentabilidad. Es muy importante que la gente cuando llega tome conciencia del cuidado de la Pachamama, del cuidado del medio ambiente, del cuidado del agua”, dice Liliana.

Ella explica que todos los huéspedes reciben sus sugerencias de la mejor manera y pueden adaptarse a un estilo de vida más consciente. “Cuando llegan los huéspedes a la eco cabaña comprenden la forma de vida que tenemos nosotros y se adaptan rápidamente. Se van con esa experiencia que por ahí no habían tenido antes y que consiste en un aprendizaje de cuidado del medio ambiente”.

Pero así como ella les deja a quienes la visitan un aprendizaje nuevo, Liliana y su familia también aprenden de las personas que reciben. Sus hijos estudian en la casa y tener la oportunidad de conversar con gente de todo el mundo los acerca cada día a nuevas culturas e idiomas. “Mis hijos se involucraron mucho con esto y les encanta recibir gente extranjera, hablar con ellos. Todos aprendimos a ser más sociables, a relacionarnos y comunicarnos como sea”.

Liliana no se lo imaginaba cuando empezó, pero la experiencia de que todos los miembros de su hogar colaboren para que sus huéspedes tengan una experiencia positiva. Fue también el surgimiento de un nuevo lazo entre ellos. Liliana no lo duda: “Utilizar Airbnb nos benefició como familia”.