Vuelve a tu nuevo pueblo: así fueron los veranos de la EGB

Éste ha sido el verano de la nostalgia: de regresar al pueblo y recordar cómo eran nuestros veranos de la infancia.

En julio os preguntamos cómo habían sido vuestras vacaciones más memorables y nos habéis hablado de los olores que salían de las cocinas de los abuelos, de los amigos que llegaban de todos los rincones de España, de las escapadas en bici y de las tardes al fresco comiendo pipas.

Este es un resumen de los mejores recuerdos que nos habéis hecho llegar.

La ganadora: siestas y noches a la fresca

Cristina veraneaba en el pueblo de su madre, Jarafuel (Valencia), y gracias a todo lo que nos contó ha sido escogida como ganadora para pasar unas vacaciones en familia en el pueblo de Borrassà.

“Recuerdo el olor a pan y embutido de la alacena; las batallas con mis primos en el desván cuando nos obligaban a dormir la siesta todos juntos; las excursiones para cazar lagartijas; las noches a la fresca jugando junto a la puerta de casa, o las noches de verbena en las fiestas de verano…”

Cristina

Los finalistas

“Los niños podíamos andar solos por la calle, algo que en Madrid no podíamos hacer. Los amigos cogíamos las bicis, comprábamos chuches en el kiosko de la plaza del pueblo y nos íbamos a comerlas a la orilla del río mientras tirábamos piedras.”

Cintia

“Aprendí a montar en bici en una tarde. Me lanzaba por una pendiente intentando mantener el equilibrio y dominar el manillar. Y lo repetía una y otra vez hasta que lo conseguí. Echo en falta aquella pasión por aprender, por experimentar la vida.”

Félix

“Recogía moras con mis amigas y luego se las vendíamos a las señoras mayores del pueblo. Una bolsa, 25 pesetas. Y con ese dinero nos comprábamos refrescos.”

Inés

“Mis primos y yo nos dormíamos mirando las estrellas mientras el abuelo nos contaba historias. O nosotros nos las inventábamos. Eran las mejores noches que podía imaginar.”

Elena

“Cada verano, cuando mis padres me decían que nos íbamos al pueblo, me pasaba una semana preparando la maleta ¡para no olvidarme de nada! Y al llegar al pueblo iba casa por casa a dar un abrazo a todos mis amigos.”

Patricia

“Suplicaba a mi madre que me dejara bajar con un bocata para pasar el día entero con mi cuadrilla de amigos. Y las lloreras en el coche en septiembre cuando tocaba volver a casa. ¡Qué largo se nos hacía el resto del año antes de poder regresar al pueblo!”

Imanol

“Mis hermanos y yo nos bañábamos en el agua helada de las pozas y nos divertíamos con las aguadillas. Por la noche tocaba cine, íbamos a ver las películas que proyectaban sobre la fachada del ayuntamiento. Y contarnos historias de fantasmas… Todavía puedo oler los pucheros de mi abuela, ¡y las propinas a escondidas! (“Toma, que no se entere tu abuelo”) Y bajar a comprar helado al corte… Las personas ya no están, pero los recuerdos son imborrables.”

Pablo

¿Cómo ha sido este verano?

Este año los españoles hemos querido quedarnos en nuestro país y hemos buscado villas o chalets con piscina y aptos para mascotas, según los datos internos de Airbnb. Las búsquedas se dispararon en cuanto se inició la transición a la nueva normalidad y además se buscaron estancias más largas.

Villamartín, en la provincia de Cádiz, ha encabezado este año el listado de los pueblos españoles más auténticos. Tomando en cuenta las preferencias de los viajeros, el índice de hospitalidad de los pueblos españoles y el carácter único de cada localidad, Airbnb identificó una serie de destinos perfectos para un verano como los de antes. Una lista en la que también aparecen Villanueva de las Algaidas, Antigua o Valencia de Alcántara. Descúbrelos todos.